Hacer nada, ¿es benéfico?

Si trabajas dentro de alguna rama creativa, seguro estás familiarizado con algunas de las siguientes expresiones: "Me cayó un bomberazo", "Tengo cierre", "Hoy entrego", "Tengo junta con el cliente", "Traigo 2 (o más) proyectos encima", "No he dormido", "No he comido" y, a todo esto resumido, "No tengo tiempo".

Pareciera que estar ocupado, trabajando y completando pendientes es la mejor manera de pasar el día, es más, hasta te sientes culpable si te descubres que "estás perdiendo el tiempo" o que no estás haciendo "nada productivo". ¿Cierto?

Bueno, pues a diferencia de lo que puedas creer, "hacer nada" es vital para tu bienestar físico, mental y emocional, por lo tanto, no debes sentir pena (ni culpa) por ello. Tener espacios de ocio en tu rutina te ayudarán a disminuir la posibilidad de presentar cuadros de estrés, trastornos de sueño, agotamiento extremo y depresión (entre otras afecciones) ocasionadas por el exceso de trabajo.

Además, cuando tu mente tiene espacios de descanso, le ayudas a impulsar tu creatividad. Por un lado, le permites tomar perspectiva de las vivencias (o los problemas), y por el otro, le permites terminar de procesar los conocimientos y así continuar con el ciclo de aprendizaje. Es por eso que las mejores ideas siempre se te ocurren antes de dormir.

Así que la próxima vez que tengas la necesidad de darte un tiempo para vagar, ver una peli, dormir o simplemente ver por la ventana, hazlo sin remordimientos. Y si crees que no puedes hacerlo a voluntad porque se va a salir de control, entonces planea ese tiempo de ocio con anticipación y agéndalo en tu cronograma diario.

Recuerda que lo ideal es encontrar un equilibrio entre el trabajo y los apapachos.